miércoles, 12 de enero de 2011

Preeclampsia

¿Qué es la preeclampsia?

La preeclampsia, o toxemia gravídica, es una enfermedad propia del embarazo que puede afectar del 5% al 8% de las mujeres embarazadas. El diagnóstico de preeclampsia se establece cuando aparecen hipertensión arterial, edemas (retención de líquidos) junto a proteínas en la orina luego de las 20 semanas de gestación, en el momento del parto o incluso después del nacimiento. Con menos frecuencia, la preeclampsia aparece antes de las 20 semanas de embarazo, como en los casos de enfermedad trofoblástica gestacional (mola hidatiforme) o síndrome antifosfolipídico (trombofilias).
La preeclampsia puede ser leve, moderada o severa, dependiendo de las cifras de presión arterial y pérdida de proteínas en la orina y su progresión puede ser muy lenta o aparecer bruscamente al final del embarazo. La enfermedad se soluciona con el nacimiento, que deberá programarse basándose en la edad gestacional y el estado de salud materno-fetal.

¿Cuáles son las consecuencias de la preeclampsia en la salud materna y en la del bebé?

Cuanto mas precoz sea la aparición de la preeclampsia, mayores serán los riesgos de la madre y del bebé.
En la mayoría de los casos la preeclampsia aparece en las últimas semanas del embarazo y con un adecuado control médico obstétrico, reposo, dieta sana y supervisión de la salud del bebé, no hay riesgos importantes para la salud de la madre y el bebé.
En los casos de preeclampsia severa, hay riesgos de afectación en órganos importantes maternos y alteraciones placentarias que pueden tener consecuencias importantes tanto en la madre como en la salud del bebé, incluso riesgos en la vida de ambos. Por esta razón, en casos de preeclampsia severa se aconseja el nacimiento lo más pronto posible, incluso corriendo riesgos de prematurez importante en el recién nacido
La preeclampsia se asocia a una vasoconstricción arterial, lo que provoca una disminución en la llegada de sangre a órganos maternos importantes como los riñones, hígado, cerebro y también la placenta. Como consecuencia hay un disminución de la llegada de alimentos y oxígeno al bebé que le impide un crecimiento intrauterino adecuado, favorece una disminución en el volumen de liquido amniótico, y en casos extremos puede ser causa de un desprendimiento prematuro de placenta, asociado a numerosos riesgos en la salud del bebé.
La retención de líquidos o edema asociada a la preeclampsia se debe a la disminución de proteínas en la sangre y a alteraciones en los vasos capilares, que permite la salida de líquidos a los tejidos y también la eliminación de proteínas por la orina.
Afortunadamente muy pocas veces la preeclampsia provoca convulsiones en los casos más severos con altísimo riesgo en la salud de la madre o el bebé. Este último cuadro se denomina eclampsia.
La eclampsia suele ser precedida de síntomas característicos como visión borrosa, cefaleas intensas, dolores intensos en el abdomen superior y vómitos.
Aproximadamente del 15 al 20% de preeclampsias se complican con otra enfermedad llamada Síndrome HELLP (de las siglas en ingles: Hemolysis, Elevated Liver enzymes, and Low Platelets). Este síndrome agrava aún más la enfermedad porque altera mucho el proceso de coagulación sanguínea.

¿Por qué se produce?

Se desconoce el mecanismo final de la aparición de esta enfermedad. Se especula que pude existir una predisposición genética hereditaria acerca de una intolerancia inmunológica al embarazo, pero son teorías que todavía no se han confirmado.
Sí se sabe que esta enfermedad es más frecuente en mujeres que padecen de hipertensión arterial, diabetes, en casos de enfermedades de la coagulación previas (trombofilias), enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso, embarazos múltiples, ser madre primeriza o en los extremos de la vida fértil.
También si en embarazos anteriores has tenido preeclampsia antes de cumplir las 30 semanas de embarazo tendrás un 40% de riesgo de desarrollarla nuevamente en otro embarazo.

¿Cómo puedo evitarla?

Al no saberse la causa final de esta enfermedad no se puede realizar un tratamiento preventivo completo.
Algunos estudios indican que bajas dosis de aspirina y la suplementación con calcio podrían ayudar a prevenir e incluso tratar la enfermedad. Otros estudios demostraron que las mujeres que tomaron vitamina C y E tienen una tasa menor de padecerla.
La mejor manera de prevenir esta enfermedad es realizar un adecuado control prenatal y estar alerta ante cualquier síntoma que pudiera aparecer para consultar lo antes posible con tu médico y comenzar el tratamiento adecuado.

martes, 11 de enero de 2011

Embarazo ectópico


¿Qué es un embarazo ectópico?

Los embarazos normales se desarrollan en el útero de la mujer.  "Ectópico" significa fuera de lugar. En un embarazo ectópico, un óvulo fertilizado se aloja en un lugar incorrecto del cuerpo de la mujer. En la mayoría de los embarazos ectópicos, el óvulo se aloja en las trompas de Falopio. Ése es el motivo por el que los embarazos ectópicos a menudo se denominan "embarazos tubáricos". En muy pocas ocasiones, los embarazos ectópicos se pueden ubicar en otras parte del cuerpo, como el cuello del útero, ovario o en otro lugar del abdomen de una mujer.
Estos tipos de embarazos son riesgosos. Pueden causar hemorragias internas, infecciones y la muerte de la paciente.
Los embarazos ectópicos no son muy comunes. Se producen en aproximadamente dos de cada 100 embarazos. Sin embargo, se han convertido en un hecho más frecuente en los últimos 30 años. Los especialistas creen que este aumento se debe a:
  • Un aumento en las infecciones de transmisión sexual que pueden dejar cicatrices en las trompas de Falopio
  • Tratamientos de infertilidad

    Un embarazo ectópico puede poner en riesgo la vida de una mujer. Es la causa principal de muertes relacionadas con el embarazo durante el primer trimestre en los Estados Unidos. Un embrión en crecimiento puede romper o reventar una trompa de Falopio. Esto puede causar hemorragia e infección internas. La buena noticia es que hay tratamientos eficaces.
    Los síntomas de un embarazo ectópico incluyen:
    • Dolor abdominal fuerte en un costado del cuerpo
    • Calambres y pérdidas de sangre
    • Hemorragia vaginal
    • Dolor en el hombro
    • Náuseas y vómitos
    • Desvanecimientos o mareos

      Un embarazo ectópico se trata con medicamentos o cirugía.
      Muchas mujeres pueden tener embarazos normales después de un embarazo ectópico. Entre cinco y ocho de cada 10 mujeres pueden lograrlo. No obstante, una de cada 10 mujeres que tienen un embarazo ectópico tendrá otro.

martes, 4 de enero de 2011

¿Puedo colechar o dar el pecho si estoy resfriada?

Con el invierno y encima con el frío que hace es muy posible que
terminemos con algún resfriado. Si tenemos un bebé y dormimos compartiendo con él la cama o la habitación podemos dudar si sería mejor trasladarlo o si sería mejor evitar 
el colecho o la lactancia con el resfriado.
Podemos colechar con resfriado
En principio no existe recomendación en contra. De hecho, si estamos cuidando al bebé va a entrar igualmente en contacto con los virus, que se contagian por el aire.
No habría que tener más precauciones que las habituales de ventilar la casa, lavarnos las manos frecuentemente y evitar estornudar y toser sobre él, pero la realidad es que es casi imposible aislarlo de posibles contagios en la vida normal y compartir la habitación no está contraindicado.
Podemos dar el pecho con resfriado
Si le damos el pecho, a través de la leche materna le van a pasar las defensas que el sistema inmunitario está fabricando para combatir esa infección, así que sobre todo hay que mantener la lactancia. Incluso con fiebre la lactancia no tiene riesgos.
Aunque sea necesario tomar algún medicamento recordemos que casi todos son perfectamente compatibles con la lactancia y, en caso de duda, podemos consultar la página de e-lactancia con el asesoramiento del médico tratante, pues en ella se especifican los posibles riesgos de cada uno de ellos o de los principios activos.
Quitar la lactancia es peor que usar incluso algunos de los medicamentos que no tienen riesgo 0, por lo que, en caso de duda, si nos dicen que debemos suspender la lactancia, se puede pedir una segunda opinión de un experto pediatra con formación específica en lactancia.

 Primero, solo se deberían prescibir medicamento si son estrictamente necesarios. Segundo, habría que buscar los que tengan menos riesgos entre los posibles. Tercero, tener en consideración las concentraciones plasmáticas de los medicamentos en la leche según la edad del niño. Y por último, prescribir que se tomen después de la tetada o antes de que el niño tenga un periódo largo de sueño.
Resfriadas, situaciones reales
Normalmente nos vamos a encontrar con la situación contraria, el bebé malito y nosotras contagiadas. En ese caso, la cercanía y la atención para el pequeño supondrán una ayuda para encontrar fuerzas para recuperarse o soportar las molestias.
En algunos casos, sin embargo, podríamos decidir no tenerlo en la misma cama, pero si pegado a ella para poder seguir atendiéndolo, sobre todo si hablamos de fiebres muy altas que nos dejan incapacitadas para tener reacciones normales o si los medicamentos nos producen sopor. No suele pasar, pero no hay que descartarlo. Siempre el colecho debemos practicarlo de manera segura.

Si estamos resfiadas podemos seguir dando el pecho o colechando sin que eso suponga un riesgo añadido en la gran mayoría de los casos. Además, nuestro bebé no es consciente de que nos encontramos mal, por tanto, excepto como decía, casos especiales, va a necesitar igualmente nuestra presencia constante.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Algunas curiosidades sobre los bebés

Algunas curiosidades sobre bebés
Los bebés nacen sin rótulas, éstas se desarrollan entre los seis meses y el año de vida.
Los bebés nacen con ojos azules. (si, debido a la falta de pigmentación).
Los niños de seis años ríen 300 veces al día, los adultos, 60. (hay mucho que aprender de los pequeños).
Los bebés nacidos en mayo son aproximadamente 200 g más grandes que los nacidos en otros meses. (será la primavera).
Un niño no crece mientras está atravesando un resfriado.
Un niño camina 176 pasos por minuto. (a los dos años, no lo creo. A los seis, podría ser)
Hasta los seis o siete meses, los bebés pueden respirar y tragar a la vez, los adultos, no. (de esa forma pueden tomar del pecho materno)
Los bebés nacen con la habilidad de nadar y contener la respiración, pero pronto la pierden. (el famoso instinto)
Los bebés no tienen mal aliento porque todavía no tienen dientes, allí se depositan las bacterias que hacen que el aliento huela mal.
La cabeza de un recién nacido representa un cuarto de su peso total.
La mayoría de los bebés reconocen la voz de su madre apenas nacen, pero tardan unos 14 días en reconocer la voz del padre. (con ella se conocen ya hace 9 meses)
Los bebés no sudan, sus glándulas sudoríparas no están del todo maduras. (Debe referirse a muy muy bebés porque la mía suda que no veas)
Un feto de cuatro meses es capaz de esconderse ante una luz brillante que atraviesa la tripa de la madre, así como de reaccionar ante sonidos muy fuertes.
Un feto no desarrolla huellas dactilares hasta los tres meses
Un recién nacido focaliza objetos que se encuentran a 25 cm de su nariz, la distancia que hay entre él y su madre al ser amamantado. (ve todo lo que necesita ver)
Los niños crecen el doble de rápido en primavera que en otoño, aunque ganan más peso durante el otoño.
Durante una ecografía se puede captar al bebé sonriendo, pero luego no lo vuelven a hacer hasta aproximadamente un mes después de nacer. (el parto le pone de mal humor)
El sentido más potente de los bebés es el olfato, a través del cual reconocen a su madre.
El corazón de un embrión empieza a latir a la tercera semana de su concepción.
No importa donde nazca tu hijo, compartirá el día de su cumpleaños con otras 9 millones de personas alrededor del mundo.
El récord de hijos nacidos de una misma mujer es de 69. (¡madre mía! Se pasó la vida pariendo)
La mayoría de los bebés llora sin lágrimas hasta que cumplen entre tres y seis semanas.
Un bebé duplica su peso al nacer a los seis meses y lo triplica al final del primer año.

martes, 28 de diciembre de 2010

Recomendaciones alimentarias durante el embarazo

Recomendaciones alimentarias durante el embarazo 
Las recomendaciones generales alimentarias a realizar durante el embarazo pretenden conseguir los siguientes objetivos:
-Cubrir los requisitos nutritivos de las mujer gestante.
-Satisfacer los requerimientos necesarios para un crecimiento fetal normal.
-Preparar el organismo de la madre para el parto.
-
Promover la lactancia futura.

 Por todo lo anteriormente expuesto los consejos para la embarazada son:
-
Las comidas deben realizarse sin prisas, sentada y masticando adecuadamente. (El momento de la comida debe ser un placer, no un “agobio”).
-
El desayuno debe ser variado (cereales, proteínas, fruta y lácteos) y no debe salirse de casa nunca en ayunas (para evitar nauseas, mareos y falta de energía).
-
La comida del mediodía no debe ser demasiado abundante.
-
La merienda debe ser ligera (pero se debe merendar).
-
 Es aconsejable cenar temprano para ayudar a hacer la digestión antes de irse a la cama.
-
No se debe picar entre horas (para evitar ganar kilitos extra)
-
Los cocinados deben ser variados: plancha, hervidos, al horno y al vapor, evitando los fritos.
-
Es importante cuidar la dentadura (y visitar al dentista) para evitar las caries.
-
Es necesario controlar el aumento de peso durante todo el embarazo.

La cantidad de nutrientes que ingiere la embarazada, varían de un trimestre a otro, siendo el más importante el segundo y tercer trimestre. Los nutrientes que hay que ingerir en mayor cantidad para un embarazo saludable son: las proteínas, hierro, calcio, magnesio, vitamina C y ácido fólico. Últimamente algunos obstetras consideran que una suplementación de yodo es beneficiosa para el feto.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Ducha o baño.

Durante el embarazo, ¿ducha o baño?

En vez de asearte deprisa y corriendo, aprovecha el momento del baño o de la ducha como una terapia, para mimarte, relajarte y aliviar algunas molestias inherentes al embarazo. Te sentirás como nueva y tu bienestar os beneficiará tanto a ti como a tu hijo.
Hasta el octavo mes de embarazo no hay inconveniente en que te bañes, porque hacerlo no supondrá el menor riesgo para tu hijo. Sin embargo, a partir del octavo mes, el baño podría causarte una infección vaginal (aún más cuando ya hayas expulsado el tapón mucoso, preludio del parto) y es preferible que lo sustituyas por la ducha.
EL BAÑO, UN PLACER
Para que tus baños te resulten realmente placenteros, recuerda:
  • El agua debe estar tibia, a unos 30 ºC (más fría aumenta el riesgo de sufrir calambres, y más caliente favorece la aparición de varices).
  • Utiliza geles, jabones y champús neutros e hipoalergénicos, que no te irriten la piel (ahora la tienes mucho más sensible).
  • Procura no permanecer en remojo más de 10 minutos (no te relajarías) ni más de 20 (podrías quedarte fría).
  • Aprovecha la ocasión para estirar las piernas y si habitualmente se te hinchan, mantenlas un poco elevadas apoyando los pies sobre un cojín hinchable, de esos que suelen llevarse a la playa.
  • Si tienes picores (se deben no sólo al estiramiento de la piel, sino también a una pequeña alteración del hígado, originada por la acción de unas hormonas llamadas estrógenos), prueba a echar en el agua seis o siete cucharadas soperas de harina fina de maíz (tiene efectos calmantes).
En caso de que tu bañera sea tipo jacuzzi o con hidromasaje, podrás seguir disfrutando de ella siempre que evites dos cosas:
  • Que los chorros de agua te den directamente en el abdomen, ya que además de provocar una sensación desagradable a tu hijo, la fuerza del agua podría estimularte los músculos del vientre, lo que no te conviene en absoluto (sobre todo si estás embarazada de más de siete meses).
  • Que el agua esté muy caliente (a más de 38 ºC), ya que podrías sufrir una bajada de tensión.
LA DUCHA: HGIENE Y TERAPIA
Si prefieres la ducha al baño, o si dado lo poco que te falta para dar a luz es más aconsejable esta última opción para asearte, sigue los consejos anteriores y además, recuerda:
  • Aplicarte el chorro fuerte de agua caliente sobre una zona que tengas dolorida (el cuello, los riñones...) produce el mismo efecto calmante que una manta eléctrica.
  • Si tienes problemas circulatorios (varices, hemorroides, hinchazón de piernas y tobillos...), los geles de romero te vendrán muy bien, pues esta planta activa el riego y desentumece los músculos.
  • Las duchas turcas también activan el riego sanguíneo. Consisten en alternar los chorros de agua fría con los de agua caliente, desde los pies hasta la cabeza, moviendo la alcachofa de la ducha en forma de círculos ascendentes. Otra opción que mejorará tu riego es aplicarte el chorro de agua fría en las piernas, desde los tobillos hasta los muslos.
SÉCATE BIEN E HIDRÁTATE LA PIEL
Después de bañarte o ducharte, muévete con cuidado (¡ojo con los resbalones!), sécate muy bien, especialmente la zona vaginal (la humedad favorece la proliferación de los hongos) y date una crema hidratante que ayude a tu piel a mantenerse elástica.
Una vez que se haya reabsorbido, aplícate una crema antiestrías en las zonas de la piel que más se estiran: el vientre, los muslos y los senos, preservando las areolas. Recuerda que lo más importante para que surta efecto es la constancia diaria. Así, después de dar a luz, es probable que te libres de este antiestético recuerdo del embarazo.
También debes aprovechar el momento de la ducha o el baño para nutrir tu cabello con una mascarilla adecuada (durante 10 minutos, una vez a la semana). te ayudará a mantener tu pelo más suave y voluminoso.
LA SAUNA, PROHIBIDA
De lo que sí debes prescindir durante todo el embarazo es de la sauna.
En el primer trimestre...
  • Porque el exceso de calor corporal puede producir alteraciones fetales.
  • Porque es el periodo en el que los mareos y las bajadas de tensión son más frecuentes y la sauna aumenta el riesgo de que se produzcan.
En los meses posteriores...
  • Porque al sudar perderás muchos electrolitos y son imprescindibles para el buen desarrollo de tu hijo.
  • Porque la elevada tempratura de la sauna agudiza los problemas circulatorios y favorece la aparición de varices.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Curiosidades del feto en el útero

Descubre lo que siente y hace

Dentro de ti crece una personita que sonríe, sueña, se chupa el dedo, siente tus caricias... Te sorprenderá saber lo que ya es capaz de hacer.

Hoy, gracias a la ciencia y a las últimas tecnologías, conocemos más acerca de lo quehacen y sienten los bebés dentro del útero y podemos observar con asombro, a través de la “ventana” de las ecografías, desde la carita que tendrá nuestro pequeño hasta la forma en que se chupa el dedo o frunce el ceño.
Esta amplia variedad de gestos y comportamientos nos habla también de sentimientos conmovedoramente humanos.
Es la vida secreta de tu hijo dentro de ti.
Imagínatelo en tu vientre, descubriéndose a sí mismo, reaccionando ante los estímulosque le llegan de “ahí fuera” y realizando sus primeros aprendizajes.
Te desvelamos algunos de esos secretos que guarda tu pequeño mientras está en tu útero:
  • Con sólo 20 gramos de peso y 7,5 cm de longitud (semana 12) se observa esta reacción: si la madre se presiona el abdomen y el feto está pegado al útero, cierra los dedos de la mano que apoyaba en la pared.
  • Traga más líquido amniótico cuando hay mayor concentración de azúcares en él y menos cuando predominan los sabores ácidos o amargos.
  • Desde la semana 16 oye los ruidos internos y desde la 20 empieza a reaccionar a los sonidos del exterior.
  • ¡Y hace pis! (El líquido amniótico se renueva cada 24 horas.)