martes, 7 de diciembre de 2010

Embarazo y peso


Nuevas recomendaciones sobre el embarazo y el peso

El Instituto de Medicina de los Estados Unidos ha dado a conocer recientemente una nueva guía con las recomendaciones con respecto al embarazo y la cantidad de kilos ganados durante esta etapa de la vida de una mujer que se considera saludable.
Si bien los nuevos consejos no son muy diferentes a los ya establecidos desde 1990, sí se endurecen en lo que respecta a las mujeres obesas. En primer lugar, las mujeres que están dentro de su peso normal al momento de quedar embarazadas no deben engordar más de entre 11 y 16 kilos, mientras que las que tengan sobrepeso leve, no deben hacerlo más de entre 6,8 y 11 kilos.
En cuanto a las mujeres obesas las recomendaciones son que, aquéllas cuyo índice de masa corporal (IMC) es superior a 30, pueden ganar sólo entre cinco y nueve kilos durante la gestación, con lo cual será suficiente para “dar a luz un bebé de buen tamaño”, según la guía.
Otra de las especificaciones que se han incluido en esta serie de recomendaciones para las mujeres embarazadas es que las que tienen bajo peso -es decir, cuyo IMC le da inferior a 18,5- deberían ganar cuanto menos unos 450 gramos de peso a la semana para tener un desarrollo normal del feto durante los dos últimos trimestres del embarazo.
Lo cierto es que estos parámetros “más duros” para las mujeres con obesidad se difunden en un momento particularmente especial, cuando la obesidad y el sobrepeso alcanzan porcentajes más que significativos en el mundo occidental.
En Estados Unidos, en particular,  “las mujeres en edad reproductiva tienen más obesidad severa (un 8 por ciento) que sobrepeso (3 por cito) y su salud a corto y largo plazo se ha vuelto una preocupación, además del tamaño del bebé al nacer”, señaló al respecto el informe del Instituto de Medicina.
Por esta causa, la guía también enfatiza en la necesidad de mejorar el asesoramiento y seguimiento que reciben las mujeres durante el embarazo, en especial, en lo relacionado con la nutrición y el ejercicio. Asimismo, se hizo hincapié en que lo ideal sería en realidad lograr el peso ideal al momento de la concepción.
Los niños nacidos de mujeres obesas o que engordan demasiado durante la gestación son más propensos a tener un excesivo tamaño (macrosomía), a nacer mediante cesárea o a tener defectos congénitos. Y no sólo ello, sino que también tienen mayor riesgo de ser ellos mismos obesos o incluso diabéticos en la edad adulta.

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